Lectio Divina
Eres bienvenido a participar con nosotros en las reuniones. Se realizan por Zoom y nuestro calendario es el que ponemos aquí:
A las 20.30 horas. Una hora.
Realizamos una Lectio Divina con el Evangelio del Día.
Enlace de Zoom a la Lectio:
Enlace a la sala: https://zoom.us/j/97720612160?pwd=RKo6k8FqvnQkPIgabVPZDzMnAGAHSa.1
Clave de acceso (si la solicitase): 132558
Modelo de Lectio que practicamos:
Modelo de Lectio propuesto:
Se realiza con tres voluntarios, en el caso de que no los hubiere, uno o dos asumirán la actividad del que falte o los que falten.
1.- Primer voluntario dice “Oración”: y lee la que corresponda al día de la celebración de la Lectio.
2.- El Primer voluntario dice “Lectio”: Habitalmente se recogerá de la Lectio del evangelio del día..
Segundo voluntario: realizará la lectura a ritmo normal. Pausa.
Tercer voluntario: A continuación realizará la lectura a ritmo muy lento. Pausa.
3.- El Primer voluntario dice “Meditatio”: Durante 10 minutos cada uno leerá y escuchará internamente el texto buscando lo que nos quiere decir, rastreando las señales vivas para nosotros.
4.- El Primer voluntario dice “Collatio”. Durante 15 minutos cada cual compartirá, de manera breve, su vivencia del texto.
5.- El Primer voluntario dice “Oratio”. Durante 4 minutos cada cual realizará un breve diálogo personal con Dios para mostrarle nuestra meditatio.
6.- El Primer voluntario dice “Contemplatio”. Durante 20 minutos se realizará un silencio contemplativo.
7.- El Primer voluntario dice “Oración final”: lee la oración final correspondiente al día de la celebración de la Lectio.
Próxima cita:
Miércoles, 28 de octubre de 2025
Texto de la Lectio:
Lucas 13,22-30
En aquel tiempo, Jesús pasaba por ciudades y aldeas enseñando y se encaminaba hacia Jerusalén.
Uno le preguntó:
«Señor, ¿son pocos los que se salvan?».
Él les dijo:
«Esforzaos en entrar por la puerta estrecha, pues os digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta diciendo:
“Señor, ábrenos”; pero él os dirá:
“No sé quiénes sois”.
Entonces comenzaréis a decir:
“Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas”.
Pero él os dirá:
“No sé de dónde sois. Alejaos de mí todos los que obráis la iniquidad”.
Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, a Isaac y a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, pero vosotros os veáis arrojados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.
Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos»