Javier Melloni nos explica, con la claridad propia del que sabe profundamente, qué es la mística y por qué, en los últimos años, ha resurgido el interés por ella. En un mundo de certezas caídas, la mística no viene a tranquilizarnos con el reemplazo de grandes verdades, sino que nos enseña a vivir en ese intersticio entre el saber y no saber. «Un no saber sabiendo», decía San Juan de la Cruz. Por caminos distintos, nos dice Melloni, las religiones llegan a un centro compartido. Es ese centro el que la mística de todas las tradiciones (cristiana, musulmana, budista, hinduista…) se esfuerza por revelarnos. Y mucho se tiene que esforzar, porque, etimológicamente, lo místico es aquello indecible, intransferible.