Os escribo esta carta para deciros que creo que me he portado bien este año y necesito pediros algo muy importante para mí. No quiero juguetes, quiero que llevéis, eso si, juguetes a todos esos niños que están solos esta Navidad, que han perdido a su mama, por las guerras y otras causas y que están asustados; hay demasiados niños tristes, que no tienen quien los abrace y se que si vosotros les lleváis un regalo, van a sentir que alguien les quiere. Vosotros sois amigos del Niño Jesús, le habéis visitado estos días y sabéis que El, es amigo de todos los niños del mundo, y ha dicho que…dejen a los niños acercarse a El, porque el Reino de los Cielos es de los que son como ellos… Por eso estará feliz de que sus amados niños, sientan que no están solos y que Jesús les quiere.
También se, queridos Reyes, que una brillante estrella os condujo hasta El Niño Dios, que brillaba fuertemente en la oscuridad y os enseñaba el camino; pues haced que a los niños que están solos, también les ilumine una estrella y sientan que hay un mundo muy feliz mas allá, en los alto del Cielo, y que desde allí su mama, les esta mirando y protegiendo.
Queridos Reyes, esto que os he pedido es lo que quiero este año y eso me hará mas feliz que ningún otro juguete; porque sabre que El Niño Jesús estará contento en su cunita; ya que sus queridos niños no estarán tristes, y lanzara una gran sonrisa a su querida mama, la Virgen, para que ella también cuide y mire con amor a todos los niños del mundo, porque El sabe, aunque es muy pequeñito, ya que es Dios, que algún día, Ella, será la Madre de todos los hombres.
María Giraldós