Era uno de los mayores especialistas del mundo en Santa Teresa de Jesús. Fue durante treinta años (1948-1978) profesor en la Facultad de Teología de los Carmelitas en Roma (Teresianum) y luego en Burgos (1979-2018). Restauró e hizo una edición crítica de Camino de perfección y Castillo interior y dirigió la Positio que preparó la proclamación de Santa Teresa como Doctora de la Iglesia por parte de Pablo VI en 1970. Para el V Centenario del nacimiento de la santa (2015) llevó a cabo una investigación exhaustiva de las cartas y de todos sus manuscritos autógrafos, que se conservan en El Escorial (más de 1.000 páginas).
El siguiente texto, lleno de anécdotas y detalles, incorpora las referencias a un mar de diminutivos que la Santa reflejaba con gracia y maestría en sus libros. Acompañamos aquí el escrito de Tomás Álvarez.